Los principes, pues de los sacerdotes, y todo el concilio andaban buscando algún falso testimonio contra Jesús para condenarle a muerte. Y no hallaban suficiente para esto como quiera que muchos falsos testimonios se hubiesen presentado. Por último aparecieron dos falsos testigos, y dijeron: «Este dijo – Nosotros le oimos decir: Yo destruiré este Templo hecho de mano de los hombres, y en tres días fabricaré otro sin obra de mano alguna.»