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Testigos Falsos en época

De cierto no se ve en el orbe entero

diversidad de chusma ni de amigos

más castiza y genial que Los Testigos

¡Ni en los célebres tiempos de Calero!

Por un lado, Pulón y Quiquisnacas,

dos terribles mandíbulas abiertas,

capaces de comer jamón a espuertas;

chorizamen con huevos y espinacas.

Menudillos formando discusiones

mientras fié en adobo unos riñones

y el Lagarto al Marqués la bota empina

Y el vengador, pegando bocinazos

y bailando en camisa a grandes pasos

igual que la nerviosa Granaína.

Luego el cuadro flamenco. Hierro canta

queriendo hacer política con vino.

El cubi, guitarrea con mucho tino

y Canoa desarrolla….la garganta.

Billetes, Fardón, el Ruso y Cantos

se dan un tono de hombres ya formales

y de Broche se burlan, cual chacales,

poniendo en entredicho sus encantos.


Para animar la fiesta, de repente,

Berrinches va entonando dulcemente

macrónica y clásica saeta

y el gran dueto Pirulo-Porcelana

su voz al viento espande, soberana

caricaturizando al divo Fleta
—-
Pildorilla enrristrando el lápiz fiero

la pared tiene llena de tiznones

y pintando flamencos y anfitriones

deja chico a Moreno Carbonero.

Mientras sigue la orgía su curso lento,

de mostillo hay dos cachas ya vaciadas

y por doquier, merluzas y tajadas, …

¡La cosa va tomando ya incremento!

Para dar a esta historia final trazo,

Palillos y Teoro van del brazo

entre frases sin cal ni donosura;

y al mirar hacia abajo en su tajada,

ven con cara muy triste y asombrada

que arrastran por el suela la asaura.

R. y P.
Puente Genil, Cuaresma 1926